viernes, 21 de septiembre de 2007

Interrogantes

Esta mañana,
por buscar explicaciones
a lo inexplicable
quedé atrapada en las redes
de una respuesta indiferente,
caí rodando
desde la cima
de mis oscuras conclusiones,
mientras en el afán de frenar…
me impulsaba
hacia el amplio orificio
de las angustias
y rebotaba una y otra vez,
castigando el costado herido
de un pasado tan lejano.
Esta mañana
por salir al encuentro
de mis eternas y agobiantes dudas,
sentí el filo helado
de los sucesos que me ultrajan,
traspasé la delgada pared de la razón
y al oír el eco
de mis voces vacías;
me convencí a mí misma,
que “el vivir” no se interroga…
simplemente “se vive”.

María Julieta Salusso

martes, 4 de septiembre de 2007

Residuo de mis errores

El hueco oscuro de mis silencios
me pregunta el por qué.
Me convence de mi propia cobardía.
¿Será cobardía o discreción?
No lo se;
Pero que es silencio…
De eso no tengo dudas.
Creo.
¿Para qué guardo todo esto?
¿Para qué reflexiono?
Si de todos modos…
Nunca llego a una respuesta satisfactoria.
Me duele.
Me aturde.
Me confunde.
Agrieta mis pensamientos;
los envejece,
los mutila,
los agobia.
Aún me sigo preguntando…
¿Será cobardía o discreción?
El galope constante
de mis propios fantasmas
me sigue de cerca.
Convive conmigo.
Me sopla disimuladamente en la nuca.
Me habla,
a veces fuerte, casi gritando
y a veces susurra tímidamente
que casi no logro
percibir su compañía.
De todas maneras, está conmigo.
Es invisible.
Intangible.
Cualquiera diría que…
“poca cosa”.
Pero se las arregla para venir conmigo
a todas partes.
Me taladra la cabeza.
Me perfora.
Me subyuga bajo sus pies
descalzos.

María Julieta Salusso