La delgada membrana del silencio
se vio duramente traspasada
por los gritos mudos
que disimuladamente afloraban
desde el fondo de gargantas resecas.
Las filosas palabras silentes
dejaban oír su eco
rebotando sin cesar
contra las murallas del tiempo.
Y yo estaba ahí,
tratando de armar la mil piezas
del rompecabezas de mi existencia.
Creí escuchar la voz que me llamaba
a rendir cuentas
de mi transitar por esta vida.
se vio duramente traspasada
por los gritos mudos
que disimuladamente afloraban
desde el fondo de gargantas resecas.
Las filosas palabras silentes
dejaban oír su eco
rebotando sin cesar
contra las murallas del tiempo.
Y yo estaba ahí,
tratando de armar la mil piezas
del rompecabezas de mi existencia.
Creí escuchar la voz que me llamaba
a rendir cuentas
de mi transitar por esta vida.
María Julieta Salusso